viernes, 23 de julio de 2010

He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

Hace dos semanas La Casa Teatro fue testigo de un maravilloso curso de sombras con niños que aprendieron a crear con sus manos buhos, tortugas, pájaros, mariposas, gatos, perros...y también contaron la historia del Principito en sombras.